¿Cuál es la diferencia entre afiliado, socio y franquicia?

Existen diferentes modelos de negocio o formas de iniciar uno. El que te decidas por uno o por otro dependerá de tu perfil como emprendedor.

Uno de los menos conocidos es el modelo del mercado de afiliados, ya que como es por internet, muchas personas no lo consideran como un negocio legítimo.

De lo que se trata, básicamente, es de que una persona, conocida como afiliado, difunde y comercializa el producto o servicio de un tercero y por cada venta se lleva una comisión.

Suena sencillo, ¿no? Por un lado, el propietario del producto puede enfocarse solo en desarrollar nuevos artículos y el afiliado, no tiene que desarrollar un bien o servicio desde cero y solo darle publicidad a uno ya existente.

Los principales puntos a tener en cuenta en este tipo de modelo son:

Contar con una plataforma, página web, o blog con el suficiente tráfico, es decir, que tu contenido atraiga diariamente a miles de personas, para que un porcentaje de ellas se interesen en los artículos que publicitas y decidan comprarlos.
También puedes tener una lista de correo electrónico de personas inscritas en tu portal a las que puedes hacer llegar información del producto.
Existen dos formas de conversión, la primera es de quienes llegan a la página o reciben el correo y hacen clic porque están interesados y la segunda es de los que una vez que han entrado a ver el producto decidan adquirirlo. Sobre estos últimos es sobre quienes recibes la comisión.

Algunas de las desventajas que presenta este modelo de negocio es que tú no controlas todo el proceso. Si la página o el servicio al cliente otorgado por el propietario del producto no es bueno, todo el esfuerzo por conseguir tráfico y enviar clientes potenciales, puede perderse.

Además, como son modelos relativamente fáciles de implementar, hay mucha competencia en la web, por lo que las comisiones pueden bajar considerablemente, dependiendo del producto.

Socios comerciales

Cuál es la diferencia entre afiliado, socio y franquicia

Para cualquier tipo de negocio que decidas emprender o durante cualquier momento en la vida de tu negocio puedes llegar a considerar una asociación comercial con una o varias personas.

Es importante que la persona o personas con las que busques asociarte compartan tu visión de negocio, la forma de trabajo y además aporten no solo capital, sino también ideas y experiencia.

Algunas ventajas de contar con un socio es que puede brindar una perspectiva diferente sobre el negocio; complementar tus conocimientos, experiencia y habilidades; aportar capital, tiempo y esfuerzo, lo que le dará un nuevo impulso a tu empresa, y contar con una red de contactos para que puedan llegar más lejos.

Algunos puntos en contra son que además de compartir las ganancias y los activos, también se comparten las responsabilidades por las deudas; la toma de decisiones debe ser consensuada entre todos los socios y si no se comparte la visión de negocio, podría originar asperezas, además también podrían surgir complicación por tener diferencias de opinión o por considerar que el esfuerzo dedicado al proyecto no es el mismo.

Por ello es importante que desde un inicio quede claro el tiempo, dinero, las responsabilidades y el papel que desempeñará cada persona de la sociedad, así como la forma en que resolverán las disputas legales o los desacuerdos.

Las franquicias

Este es un modelo de negocio que permite al dueño de la franquicia otorgar una licencia sobre el uso de una marca, además de transmitir todos los conocimientos técnicos y dar asistencia a quien la adquiere, a cambio de una contraprestación económica.

Las franquicias son una buena oportunidad de negocio, ya que se trata de modelos ya probados y que han demostrado ser exitosos.

Cuentan con el respaldo de la marca para mantener actualizados los productos y servicios que ofrecen, se encuentran posicionadas dentro del mercado e, incluso, ya vienen con un público consumidor.

Por otro lado, son negocios con estructuras más rígidas porque debes mantenerte dentro de los estándares que establece el franquiciante y además de los gastos regulares, existen otros adicionales como el pago de regalías y cuotas de publicidad.

Así que ya sabes, elegir entre afiliado, socio o una franquicia dependerá de tu proyecto de negocio y de los objetivos que quieras alcanzar.